miércoles, 1 de octubre de 2014

October.

Las furias me chillan rabiosas verdades que no quiero oír y el estado me subvenciona la más potente droga contra el dolor, veinte miligramos diarios de sonrisa hueca, de olvido roto. Sonrío para no desbordar mi pupila que cae. Sonrío el dolor latente que me paraliza.

Hace días que no oigo el sonido de mi voz. Ya no creo en nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario